Entre las medidas no farmacológicas que han dominado la Pandemia se encuentra la imposición de la mascarilla incluso en espacios abiertos. En este apartado se incluyen trabajos dedicados al tema.
* Covid 19 Gestión. Mascarillas.
El énfasis en las mascarillas puede ser contraproducente porque pueden desvíar la atención de las medidas realmente importante y proporcionar falsa seguridad. Revisión no sistemática de la efectividad de las mascarillas en distintos contextos. Defiende que utilizar mascarillas fuera de los centros sanitarios no tiene ningún fundamento ya que la posibilidad de contraer Covid-19 a través de una interacción pasajera en un espacio público es mínima. Una exposición de riesgo para trasmisión de la Covid-19 requiere contacto cara a cara a distancia cercana (1,5 metros), con un paciente sintomático durante al menos unos minutos (algunos dicen que más de 10 minutos o incluso 30 minutos). Por lo tanto, la cuestión es si las mascarillas están justificadas en los centros sanitarios (o en espacios cerrados de convivencia estrecha).Leer mas... La mascarilla forma parte de la equipación protectora rutinaria de los profesionales y trabajadores que atienden a pacientes con infecciones respiratorias, lo que está menos claro es si una mascarilla ofrece alguna protección adicional en entornos de atención médica en los que quien la usa no tiene interacciones directas con pacientes sintomáticos. Podría teóricamente proporcionar protección si se atiende a un paciente con infección respiratoria no identificado como tal. Sin embargo una mascarilla por sí sola en este entorno reducirá el riesgo sólo ligeramente, ya que no brinda protección contra las gotas que pueden entrar en los ojos o contra los fómites del paciente o del entorno que los proveedores pueden recoger con las manos y llevar a las mucosas (particularmente dada la preocupación de que los usuarios de máscaras puedan tener una mayor tendencia a tocarse la cara).
Otra posibilidad es que el uso de una mascarilla pueda reducir la probabilidad de transmisión de Covid-19 de trabajadores de la salud asintomáticos y mínimamente sintomáticos a otros trabajadores y pacientes. Esta preocupación aumenta a medida que el Covid-19 se generaliza en la comunidad. Por otra parte, nos enfrentamos a un riesgo constante de que un trabajador de la salud con una infección temprana pueda introducir el virus en las instalaciones sanitarias y transmitirlo a otras personas. Un trabajador de la salud puede llegar a trabajar con síntomas leves y ambiguos, como fatiga o dolores musculares, o picazón en la garganta y congestión nasal leve, que atribuyen a trabajar largas horas o al estrés o a alergias estacionales, en lugar de reconocerlos como sospechosos de Covid. La utilización de mascarillas por todos los proveedores podría limitar la transmisión de estas fuentes al evitar que los trabajadores de atención médica asintomáticos y mínimamente sintomáticos propaguen gotitas orales y nasales cargadas de virus. Lo que está claro, sin embargo, es que el uso universal de mascarillas por sí solo no es una panacea. Una mascarilla no protegerá a los proveedores que atienden a un paciente con Covid-19 activo si no va acompañada de una meticulosa higiene de manos, protección para los ojos, guantes y una bata. Una máscarilla por sí sola no evitará que los trabajadores de la salud con Covid-19 temprano se contaminen las manos y transmitan el virus a los pacientes y colegas. Centrarse únicamente en el uso universal de mascarillas puede, paradójicamente, conducir a una mayor transmisión de Covid-19 si desvía la atención de la implementación de medidas más fundamentales de control de infecciones.
Dichas medidas incluyen una evaluación rigurosa de todos los pacientes que acuden a un centro para detectar síntomas de Covid-19 y enmascararlos inmediatamente y llevarlos a una habitación; implementación temprana de precauciones contra el contacto y las gotitas, incluida la protección ocular, para todos los pacientes sintomáticos y extremar la precaución en caso de duda; volver a examinar diariamente a todos los pacientes ingresados para detectar signos y síntomas de Covid-19 en caso de que una infección se estuviera incubando en el momento del ingreso o hubieran estado expuestos al virus en el hospital; tener un umbral bajo para realizar pruebas a pacientes con síntomas incluso leves potencialmente atribuibles a una infección respiratoria viral (esto incluye a pacientes con neumonía, dado que un tercio o más de las neumonías son causadas por virus en lugar de bacterias); exigir a los empleados que acrediten que no tienen síntomas antes de comenzar a trabajar cada día; estar atento al distanciamiento físico entre los miembros del personal en todos los entornos (incluidos entornos potencialmente descuidados como ascensores, autobuses de hospital, rondas clínicas y salas de trabajo); restringir y controlar a los visitantes; y aumentar la frecuencia y confiabilidad de la higiene de manos.
El alcance del beneficio marginal del uso universal de mascarillas por encima de estas medidas fundamentales es discutible. Depende de la prevalencia de trabajadores de la salud con infecciones asintomáticas y mínimamente sintomáticas, así como de la contribución relativa de esta población a la propagación de la infección.
También está claro que las máscaras cumplen funciones simbólicas. Las máscaras no son solo herramientas, también son talismanes que pueden ayudar a aumentar la sensación de seguridad, bienestar y confianza percibida por los trabajadores de la salud en sus hospitales. Aunque tales reacciones pueden no ser estrictamente lógicas, todos estamos sujetos al miedo y la ansiedad, especialmente en tiempos de crisis. Se podría argumentar que el miedo y la ansiedad se contrarrestan mejor con datos y educación que con una mascarilla marginalmente beneficiosa, particularmente a la luz de la escasez mundial de mascarillas, pero es difícil lograr que los médicos escuchen este mensaje en el fragor de la crisis actual. La mayor contribución de los protocolos ampliados de enmascaramiento puede ser reducir la transmisión de ansiedad, más allá del papel que puedan desempeñar en la reducción de la transmisión de Covid-19. El valor potencial del uso universal de mascarillas para brindar a los trabajadores de la salud la confianza para absorber e implementar las prácticas más fundamentales de prevención de infecciones descritas anteriormente puede ser su mayor contribución.
Las políticas de utilización generalizada de mascarillas tiene efectos adicionales más allá de su contribución técnica para reducir la transmisión de patógenos. Las máscaras son recordatorios visibles de un patógeno prevalente y podrían recordar a las personas la importancia del distanciamiento social y otras medidas de control de infecciones, a costa de crear la la ansiedad colectiva que no es en absoluto inocua. .
https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMp2006372
* Mascarillas. Gestión de la Pandemia.
La imposición de las mascarillas, a diferencia de los confinamientos que pudieron ser el resultado del pánico desatado en la primavera del 2020, fue fruto de una estrategia planificada por los gobiernos y autoridades sanitarias. Se buscaba ampliar el miedo colectivo cuando después de los primeros embates la Pandemia no aparecía tan mortal como se valoró en un primer momento: Se necesitaba crear una sensación de peligro grave y que medio mejor que conseguir llenar las calles de personas “enmascaradas”. Se proporcionaba así un escenario de excepcionalidad. Los políticos no dudaron en desdecirse de sus afirmaciones iniciales sobre la falta de efectividad de las mascarillas para impedir la trasmisión de un virus respiratorio. Este articulo, del Adolfo Lozano del instituto Juan Mariana , ofrece una argumentación clara de las razones por las que se impusieron las mascarillas a pesar de su inutilidad manifiesta .
https://juandemariana.org/ijm-actualidad/analisis-diario/como-la-censura-la-propaganda-y-el-miedo-implantaron-la-pseudociencia-de-las-mascarillas/
mask recommendations in schools did not impact COVID-19 incidence among 10–12-year-olds in Finland – joinpoint regression analysis, Las recomendaciones de mascarillas en las escuelas no afectaron la incidencia de COVID-19 entre los niños de 10 a 12 años en Finlandia. Analisis de regresión de puntos de unión
face_mask_recommendations_in_schools_did_not_impact_covid-19_incidence.pdf
Comparación la incidencia de COVID-19 entre niños de 10 a 12 años entre ciudades con diferentes recomendaciones sobre el uso de mascarillas en las escuelas. El estudio tuvo lugar en Finlandia en el otoño del 2021. El estudio concluye que no se obtuvo ningún efecto adicional con el uso obligatorio de mascarillas faciales, según las comparaciones entre las ciudades y entre los grupos de edad de los niños no vacunados (10 a 12 años frente a 7 a 9 años). Comentario KS: Leer mas... Nuevo estudio que incide en la idea de que las mascarillas en las escuelas fueron inútiles (y peligrosas pero eso es otra cuestión). En este caso un experimento natural al comparar ciudades con diferentes medidas y basarse en datos fiables poblacionales que permitían establecer y comparar incidencias usando un modelo de regresión que es apropiado para calcular diferencias en periodos definidos. .
https://jme.bmj.com/content/early/2023/06/04/jme-2022-108485
Revisión Sistemática Cochrane que recopila y analiza la evidencia disponible para evaluar la efectividad de las intervenciones físicas para interrumpir o reducir la propagación de los virus respiratorios agudos y no encuentra evidencia de la efectividad de Mascarillas. Se incluyeron ensayos controlados aleatorios (ECA) y ECA grupales que investigaron intervenciones físicas (cribado en los puertos de entrada, aislamiento, cuarentena, distanciamiento físico, protección personal, higiene de manos, mascarillas, gafas y gárgaras) para prevenir la transmisión del virus respiratorio. Se incluyeron 78 estudios, 11 ECA y ECA grupales nuevos (610 872 participantes) desde el analisis previo. Leer mas... Seis de los nuevos ensayos se realizaron durante la pandemia de COVID‐19; dos de México y uno de Dinamarca, Bangladesh, Inglaterra y Noruega. Se identificaron cuatro estudios en curso, de los cuales uno está completado, pero no informado, evaluando las máscaras en la pandemia de COVID-19. Los estudios incluidos se realizaron en ámbitos heterogéneos y en periodos con distinta intensidad.
Concluye que a pesar de su utilización masiva recientemente no existe evidencia de la efectividad de las mascarillas, entre otras razones por la dificultad para incorporar la cuestión de la adherencia y utilización correcta.
Existe incertidumbre acerca de los efectos de las mascarillas. Los resultados agrupados de los Estudios analizados no mostraron una reducción clara de la infección viral respiratoria con el uso de máscaras médicas/quirúrgicas. No hubo diferencias claras entre el uso de máscaras médicas/quirúrgicas en comparación con los respiradores N95/P2 en los trabajadores sanitarios cuando se utilizaron en la atención habitual para reducir la infección viral respiratoria. Es probable que la higiene de las manos reduzca modestamente la carga de las enfermedades respiratorias. Los daños asociados con las intervenciones físicas no se investigaron lo suficiente.
Se necesitan Ensayos Clínicos Aleatorizados grandes y bien diseñados que aborden la efectividad de muchas de estas intervenciones en múltiples ámbitos y poblaciones, así como el impacto de la adherencia sobre la efectividad, especialmente en los que tienen mayor riesgo relacionados con la infección respiratoria viral.
https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD006207.pub6/full
Risk of SARS-CoV-2 Acquisition in Health Care Workers According to Cumulative Patient Exposure and Preferred Mask Type Riesgo de infección por Sars CoV-2 en los trabajadores sanitarios en dependencia de la exposición a pacientes y el tipo de mascarilla preferida. \\
risk_of_sars-cov-2_acquisition_in_health_care_workers_and_preferred_mask_type.pdf
Estudio de cohorte cuyo objetivo es la comparación de la effectividad para prevenir contagios de las mascarillas FFP2 frente a las quirúrgicas en sanitarios que trabajaban con pacientes Covid-19. Se determino la exposición acumulada a pacientes Covid (numero de pacientes y duración de los contactos ) y el uso de una mascarilla u otra mediante la recogida de los reportes que hacia los propios participantes. El resultado principal medido fue la infección por SARS-CoV-2 durante el seguimiento, es decir, la seroconversión positiva del hisopo nasofaríngeo o antinucleocápside autoinformada . La positividad del SARS-CoV-2 fue del 13% en los trabajadores sanitarios sin exposición de pacientes. Para aquellos expuestos a pacientes, la positividad fue del 21% para los trabajadores sanitarios que usan máscaras respiratorias y del 35% para aquellos que usan máscaras quirúrgicas / mixtas (OR, 0.49; IC 95%, 0.39-0.61), mostrando un aumento para los usuarios de máscaras quirúrgicas / mixtas (OR, 1.21; IC 95%, 1.15-1.28) y usuarios de máscaras respiratorias (OR, 1.15; IC 95%, 1.05-1.27) en todas las categorías de exposición del paciente- Conclusiones: La positividad del SARS-CoV-2 en los trabajadores sanitarios se asoció con la exposición acumulativa de pacientes con COVID-19. principal: Las máscaras especiales tipo FFP o KN reducen el riesgo un 40% con respecto a las quirúrgicas.
https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2795150?fbclid=IwAR0PeaAkAU6d2NF4Op_Wd17MQQVW85gsW18X4TbEbm71aCE5aijQ3AmazjI#:~:text=August%2015%2C%202022-,Risk%20of%20SARS%2DCoV%2D2%20Acquisition%20in%20Health%20Care%20Workers,Exposure%20and%20Preferred%20Mask%20Type&text=Health%20care%20workers%20(HCWs)%20are,issue%20of%20adequate%20protective%20measures
Evidence for Community Cloth Face Masking to Limit the Spread of SARS‐CoV‑2: A Critical Review. Evidencia del uso de Mascarillas de tela en la comunidad para limitar la propagación del SARS‐CoV‑2: una revisión críticaDe dieciséis metaanálisis cuantitativos, ocho fueron equívocos o críticos de que la evidencia respalde una recomendación pública de máscaras, y los ocho restantes respaldaron una intervención pública de máscaras con evidencia limitada principalmente en base del principio de precaución.
https://www.cato.org/working-paper/evidence-community-cloth-face-masking-limit-spread-sars-cov-2-critical-review#
evidence_for_community_cloth_face_masking_to_limit_the_spread_of.pdf
Evidencia del uso de mascarillas de tela comunitarias para limitar la propagación del SARS-CoV-2: una revisión crítica. El uso de mascarillas de tela en entornos comunitarios se ha convertido en una respuesta de política pública aceptada para disminuir la transmisión de enfermedades durante la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la evidencia de la eficacia de las mascarillas se basa principalmente en estudios observacionales que están sujetos a factores de confusión y en estudios mecánicos que se basan en criterios de valoración indirectos (como la dispersión de gotas) como indicadores indirectos de la transmisión de enfermedades. La evidencia clínica disponible de la eficacia de las mascarillas es de baja calidad y la mejor evidencia clínica disponible en su mayoría no ha demostrado eficacia, con catorce de dieciséis ensayos controlados aleatorios identificados que comparan mascarillas con controles sin mascarillas que no han logrado encontrar un beneficio estadísticamente significativo en el tratamiento de la población.
https://www.cato.org/working-paper/evidence-community-cloth-face-masking-limit-spread-sars-cov-2-critical-review
facial_masking_for_covid_19_potential_for_variolation_1.pdf
Enmascaramiento facial para Covid-19: potencial de “variación” mientras esperamos una vacuna. A medida que el SARS-CoV-2 continúa su propagación mundial, es posible que uno de los pilares del control de la pandemia de Covid-19, el enmascaramiento facial universal, pueda ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad y garantizar que una mayor proporción de nuevas infecciones sean asintomáticas. De confirmarse esta hipótesis, el enmascaramiento universal podría convertirse en una forma de “variación” que generaría inmunidad y, por lo tanto, frenaría la propagación del virus en Estados Unidos y otros lugares, mientras esperamos una vacuna.
https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/nejmp2026913
gandhi2020_article_masksdomorethanprotectothersdu.pdf
Las máscaras hacen más que proteger a los demás durante el COVID-19: Reducir el inóculo del SARS-CoV-2 para proteger al usuario. Aunque el beneficio del enmascaramiento facial público a nivel de la población para proteger a otros durante la pandemia de COVID-19 ha recibido mucha atención, discutimos por primera vez la hipótesis de que el enmascaramiento universal reduce el “inóculo” o la dosis del virus para el usuario de la máscara, lo que lleva a manifestaciones de infección más leves y asintomáticas. Las máscaras, según el tipo, filtran la mayoría de las partículas virales, pero no todas. Primero discutimos la literatura de casi un siglo de antigüedad sobre el inóculo viral y la gravedad de la enfermedad (conceptualizada como la LD50 o dosis letal del virus). Incluimos ejemplos de tasas crecientes de infección asintomática con enmascaramiento a nivel de población, incluso en entornos cerrados (p. ej., cruceros) con y sin enmascaramiento universal.
https://link.springer.com/article/10.1007/s11606-020-06067-8
jefferson_et_al-2020-cochrane_database_of_systematic_reviews.pdf
Intervenciones físicas para interrumpir o reducir la propagación de virus respiratorios (Revisión). Las epidemias virales o pandemias de infecciones respiratorias agudas (IRA) representan una amenaza global. Algunos ejemplos son la influenza (H1N1) causada por el virus H1N1pdm09 en 2009, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en 2003 y la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) causada por SARSCoV-2 en 2019. Los medicamentos antivirales y las vacunas pueden ser insuficientes para evitar su propagación. Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada en 2007, 2009, 2010 y 2011. La evidencia resumida en esta revisión no incluye resultados de estudios de la pandemia actual de COVID-19.
https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD006207.pub5/full