Información en la Pandemia. Sesgos y Censura
Gestión de la Pandemia. Politica de manipulación informativa.
- Social representations of COVID-19 skeptics: denigration, demonization, and disenfranchisement. Representaciones sociales de los escépticos de COVID-19: denigración, demonización y privación de derechos. .social_representations_of_covid_19_skeptics_denigration_demonization_and_disenfranchisement.pdf
Artículo que analiza 624 noticias en inglés para establecer las representaciones sociales emergentes de las personas que han cuestionado la gestión de la Pandemia y el relato oficial sobre ésta. Utiliza el análisis temático y la teoría de las representaciones sociales, enfoncadose en el uso, los significados y las implicaciones de las etiquetas, como “negacionista”, “escéptico” u “opuesto”, y las representaciones sociales que generan.
Se encuentran los siguientes temas claves: (1) Establecer representaciones sociales negativas de las creencias escépticas, (2) Personificar la negación de COVID-19, (3) Historias de conversión versus regodeo malicioso y (4) Resistir las representaciones de negación de COVID-19. En general, la representación de personas que dudaban del relato oficial “científico” y/o política de la pandémia fue casi completamente negativa, denigrante y, a veces, demonizadora. El articulo argumenta que estas representaciones mediáticas hegemónica puede afianzar la división, la polarización y la desconexión existentes en la población, lo que podría socavar los esfuerzos colectivos para manejar la pandemia. Comentario de KS:Leer mas... .\\
https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/21565503.2022.2041443
Vacunas. Ensayos clínicos iniciales. Desinformación.
- Unos ensayos clínicos cuestionables. Una efectividad y una seguridad en entredicho (I). Comentario basado en la conferencia del Dr Erviti. . https://covid19evidencias.com/doku.php?id=material_audiovisual#juan_erviti_25_04_23
La autorización de las vacunas de ARNm, una tecnología nueva inexperimentada, se llevó a cabo basándose en unos ensayos clínicos muy cuestionables. Cuando se publican estos ensayos clínicos se declara que la vacuna presenta una eficacia del 95% para prevenir la infección por SARS-CoV 2. Los ensayos estaban diseñados para evaluar únicamente esta variable y no la protección frente a la enfermedad grave, ni frente a la muerte por la Covid-19 (lo que ya constituía una limitación importante de los ensayos) . La afirmación de esta eficacia tan elevada se basaba en que en el grupo placebo, quienes no había recibido la vacuna, (18.325 sujetos) se habían producido 162 casos de pacientes con PCR + mientras que solo había 8 casos con PCR+ entre los 18.198 que habían recibido la vacuna. Pero pronto se descubrió que estos datos debían ser tomados con mucha precaución ya que no a todas las personas con síntomas de covid, se le había practicado una PCR. Sorprendentemente cuando se consideraban los síntomas compatibles con Covid, la diferencia entre ambos grupos se sitúa en un 19% de eficacia real, ya que en el grupo vacunado había 1594 casos mientras que en el grupo placebo, el numero de personas con esos síntomas era 1816. Leer mas... Leer mas… |Articulo de Ioannidis que describe como la Pandemia ha puesto en cuestión los principios y procedimientos de la ciencia y se han violentado sus características básicas elaboradas en 1942 por Robert Menton: comunalismo (elaboración colectiva), universalismo, desinterés y escepticismo organizado. Unos requisitos que ya antes se encontraban amenazados. La producción científica durante la Pandemia ha sido ingente pero junto a artículos valiosos se han publicado miles y miles de estudios de baja calidad u opiniones infundadas. Entre ellos han visto la luz trabajos sesgados y cuyos autores tienen fragantes conflictos de intereses. Han hecho su aparición multitud de expertos que carecían de la competencia necesaria para serlo, pero que han visto como sus opiniones recibían un reconocimiento inmerecido en los medios de comunicación. Artículos de calidad que cuestionaban las políticas oficiales han tenido dificultades en ver la luz, mientras que otros que la respaldaban encontraban su sitio en revistas de prestigio, presentando serios déficits en su diseño o implementación. Hemos visto trabajos que no se atrevían a extraer las conclusiones que se deducían de sus resultados por temor a la censura. Un panorama muy preocupante para la ciencia y su futuro. ++</fs>
https://www.tabletmag.com/sections/science/articles/pandemic-science
===RETRACTACIÓN DE ARTICULOS.===
Artículo escrito por Ronald N. Kiostoff (autor de más de los 200 artículos científicos) y revisado por pares. El articulo llevaba un año escrito y presentado a la revista. Concluía que las vacunas COVID generan más daños que beneficios.
Las razones que los editores dan para retirarlo son muy vagas: les parece que los cálculos están mal hechos pero no dicen qué cálculos, ni citan razones, ni hacen cálculos alternativos. Antes de la pandemia era muy inusual que se retiraran artículos ya publicados. Si eran criticables, se criticaban y había oportunidades mediante cartas al editor criticar el articulo y que los autores pudieran defenderse. Todo eso ha sido borrado del mapa. No sólo denigran a los autores sino a los revisores. Hay una cuestión en el articulo muy discutible y es que aplica a los efectos declarados la regla de que sólo se declaran por experiencias previas el 1% de los efectos adversos. Pero no sabemos si eso ocurre también con esta vacuna ya que es un vacunacion con mucha repercusion mediatica. Las personas vacunadas saben que existen dudas de la seguridad de la vacuna, por lo tanto pueden ser más proclives a reportar efectos secundarios que en otros casos. No sabemos si ese 1% se puede aplicar a todo tipo de efectos, ya que es mas probable que los eventos más graves y poco habituales se declaren.
Aunque por otro lado tenemos la cuestión de que en este caso las agencias han dificultado la declaración en muchos lugares y que la mayoría de los profesionales han sido muy remisos a la hora de declarar efectos secundarios.
Interpreta el hecho de que el 95% de los fallecidos por COVID tengan comorbilidades serias (de media 4) de un modo abusivo, tendiendo a considerar que SÓLO mueren de COVID los que no tienen comorbilidades. Eso tampoco es cierto, vivimos en una sociedad donde un sector importante tiene enfermedades crónicas pero eso no significa que se pueda esperar su fallecimiento inmediato en la inmensa mayoría de los casos.